Académicos rechazan dichos del Dr. Horacio Croxatto publicados por diario La Tercera

En una misiva, académicos del Plantel discrepan de las apreciaciones formuladas por el académico respecto de la U. de Santiago de Chile.

Publicado en U. de Santiago al día 02/08/13

En la edición del pasado domingo 28 de julio, en el artículo “Mi Manifiesto” de la revista El Semanal del diario La Tercera, el Dr. Horacio Croxatto formula algunas apreciaciones sobre la Universidad de Santiago de Chile. (Ver PDF; ver edición digital).

Frente a estos dichos, académicos del Plantel enviaron una carta de respuesta al matutino, cuya síntesis fue publicada parcialmente por La Tercera en su edición de este jueves 1 de agosto(ver link).

A continuación, reproducimos íntegramente la misiva firmada por los académicos de la Institución.

“Señor Director,

Nos dirigimos a usted para expresarle nuestra desazón por el artículo “Mi Manifiesto”, publicado por el Dr. Horacio Croxatto en la revista El Semanal del diario La Tercera del domingo 28 recién pasado.

En dicho artículo, el Dr. Croxatto se refiere a la Universidad de Santiago de Chile  de la siguiente manera: “La Usach tiene muchos problemas, además de las restricciones por ser universidad del Estado. No le veo remedio”.

Los firmantes de esta carta respetamos profundamente la contribución científica que hizo en el pasado el Dr. Croxatto, pero su apreciación de nuestra Universidad es parcial e incompleta y, al haber sido expresada en un medio de prestigio y de circulación nacional como La Tercera, nos obliga a una respuesta igualmente pública.

Nuestra comunidad universitaria no dudó en acoger al Dr. Horacio Croxatto cuando fue cesado en sus funciones en otra importante universidad chilena. En esa oportunidad, lo invitamos a ser parte de nuestra misión como universidad pública, y no podemos dejar de recordar que cuando aún era miembro de nuestra Universidad, él mencionaba pública y frecuentemente las ventajas de estar en una institución libre pensadora como la nuestra, y destacaba, entre otras cosas, la calidad de sus estudiantes y de su cuerpo académico. Nuestra Universidad, como parte de lo que pensamos en ese entonces que era apropiado y de justicia, lo postuló en dos ocasiones al Premio Nacional de Ciencia.

Resulta penoso que el Dr. Horacio Croxatto intente una burda comparación entre nuestra Universidad y la Universidad Nacional Andrés Bello, diciendo que “ellos persiguen la excelencia”, justo antes de mencionar lo único que él recuerda de nuestra Universidad, sus problemas. Demás está decir que ninguna institución de educación superior está exenta de problemas. Pero sólo mencionar nuestros problemas y no la enorme contribución de la Universidad de Santiago de Chile a la excelencia académica en nuestro país, es inaceptable.

Nuestra Universidad ha sido clasificada por organismos internacionales entre las 10 mejores del continente latinoamericano, lo que se refleja entre otras cosas en su alto número de proyectos de investigación nacionales e internacionales vigentes, y la alta cantidad de publicaciones internacionales y patentes. Durante los últimos 5 años, hemos publicado 1459 artículos científicos en revistas indexadas por el Institute for Scientific Information, que son las más prestigiosas del mundo. El índice de impacto promedio de dichas publicaciones es de los más altos del país. Actualmente, tenemos más de 300 proyectos de investigación científica y tecnológica, financiados por organismos nacionales e internacionales.

Recientemente, el INAPI nos distinguió por ser la segunda institución nacional con más solicitudes de patentes en Chile, lo que refleja el creciente desarrollo del área de la investigación aplicada en nuestra actividad científica. El Ministerio de Educación ha catalogado a la Universidad de Santiago de Chile  como una de las cuatro universidades completas y complejas del país, lo que se ve reflejado en los seis años de acreditación institucional otorgado por la CNA. No hay muchas otras universidades del país, públicas o privadas, que puedan exhibir estos índices de calidad académica. Estas cifras demuestran por una parte la excelencia académica de nuestra Universidad y, por otra, que está lejos de “no tener remedio”.

Con respecto a nuestra calidad docente, el 88,5% de nuestras carreras han sido acreditadas por la CNA, en procesos transparentes y públicos que nunca han sido cuestionados. Cabe mencionar que la Universidad Nacional Andrés Bello, cuya vocación de excelencia académica destaca el Dr. Croxatto, tiene sólo el 11,1% de sus carreras acreditadas por la CNA. Sin mencionar la calidad de nuestros programas de postgrado, donde también ocupamos un lugar destacado en nuestro país, con un número creciente de estudiantes extranjeros que vienen a nuestra Universidad a integrarse a los programas de Magíster y de Doctorado.

Lo único que podemos hacer ante publicaciones como la del Dr.Croxatto, reñidas con el equilibrio y madurez en las relaciones inter-universitarias, es valorizar lo que somos y reconocer, con tristeza, que la vocación de servicio público con que asumimos nuestro quehacer en la Universidad de Santiago de Chile, no es un rasgo universal entre los que formamos las diferentes instituciones de educación superior en nuestro país.

Para nosotros, ser empleados públicos tiene muchas más ventajas que las pocas “restricciones por ser Universidad del Estado” que menciona el Dr. Croxatto. La enorme cantidad de regulaciones que nos rigen pueden parecer una restricción para observadores externos como él, pero para nosotros son el costo inevitable de ser garantes del buen uso de los fondos públicos en la labor irrenunciable de ser una Universidad Estatal, que tiene que asegurar una educación de calidad para todos, pero especialmente para quienes tienen menos dinero en nuestra sociedad".

(*) Prof. Bernardo Morales M., PhD; Prof. Hugo Cárdenas S., PhD; Prof. Gustavo Zúñiga, PhD; Prof. Miguel Ríos, PhD; Prof. José Zagal, PhD; Prof. Claudio Vásquez, PhD; Prof. María Soledad Ureta, PhD; Prof. Juan Costamagna, PhD; Prof. Franco Rabagliati, PhD; Prof. Mauricio Escudey, PhD; Prof. Eugenio Spencer, PhD.