Diario Hoy x Hoy publica investigación realizada en la Facultad

En las regiones del norte, la contaminación con arsénico ha sido un tema de salud pública. Científicos nacionales encontraron una especie nativa que actúa contra este químico.

El problema de la contaminación de arsénico ha sido desde muchos años un problema de salud pública, especialmente en las regiones del norte del país. En junio de este año, el agua potable de cuatro comunas de la región de Tarapacá, entre ellas Alto Hospicio y Pozo Almonte, presentaron niveles alarmantes de arsénico, dos o treces veces mayor que lo que permite la normal nacional, según el Centro de Investigación y Desarrollo de Recursos Hídricos de la Universidad Arturo Prat. Así mismo, en abril de este año se informó que la cantidad de arsénico en el agua potable de Valle Grande, un sector de la comuna de Lampa en Santiago, superó la norma según el Colegio Médico.

La planta que limpia

Es por eso que la científica de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la U. de Chile, Yasna Tapia, postuló a un Fondecyt postdoctoral para estudiar la Atriplex Atacamensis. Esta es una planta fitorremediadora nativa del norte, es decir, que tiene propiedades capaces de descontaminar los suelos del arsénico. En altas concentraciones, este químico es un riesgo para la salud.

El director del Centro de Información Toxicológica de la UC y presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, ha advertido que cuando el consumo de arsénico excede la norma, puede acarrear problemas a la piel, neuropatías, alteraciones pulmonares, aborto, artritis y hasta cáncer.

"No es casualidad que la primera causa de muerte en Antofagasta sea el cáncer", aseveró Tapia.

En un pueblo fantasmal

La historia de este descubrimiento que se plasmará próximamente en el programa "Chile: Laboratorio Natural" de TVN y Explora Conicyt, comenzó el año 2010 cuando con la colaboración de su ex profesor de la Usach, el doctor Oscar Díaz, Tapia postuló a un fondo. Al adjudicárselo, sin ningún compromiso que la mantuviera en Santiago, se trasladó a lo que describe como un "pueblo fantasmal y desértico" en el norte del país: Chiu Chiu, en la zona del Alto Loa. Ahí estuvo viviendo por cinco meses, conviviendo con la comunidad local y trabajando en terreno.

"Cuando llegué todos eran muy ariscos conmigo. Están acostumbrados a que los arqueólogos y los científicos extranjeros vengan a "escarbar" la tierra, que es muy importante en su cosmovisión", dijo Tapia. Sin embargo, logró ganarse la confianza de una familia y pudo tomar muestras en sus cultivos de vegetales, que estaban rodeados de la planta Atriplex. En ellos, la investigadora midió la concentración de arsénico. Luego de los análisis, descubrió que la planta -que crece de forma natural- previene a los vegetales de la concentración de arsénico.

Antes de la investigación, el arbusto era tratado como una maleza, la cortaban o la usaban como combustible.

El origen del arsénico

Oscar Díaz lleva 16 años estudiando la concentración de minerales tóxicos como el plomo, el mercurio, y el arsénico en el norte de Chile.

Ya en el año 2.000, encontró que el agua de Chiu Chiu tenía una concentración 26 veces más alta que lo que permite la norma. Hoy el panorama ha cambiado en la zona ya que instalaron una planta abatidora del metal. Según el científico, la sustancia en estas zonas se libera fundamentalmente por procesos naturales. A diferencia de lo que muchos pensarían, el doctor afirmó: "La industria minera no es la culpable. Sus actividades podrían contribuir a la liberación del mineral, pero es más por un proceso natural", dijo.

Las proyecciones de este estudio, son plantar el arbusto no sólo en la II Región, sino que en otros lugares del país para mejorar la calidad del suelo agrícola.

Por: Tania Herrera