“Mi interés es ayudar a la sociedad y realizar un cambio en la educación”

Motivar a quienes perdieron el interés en la educación se transformó en una de las pasiones y principales intereses de Robinson Arriagada, estudiante de tercer año Pedagogía en Química y Biología de la Facultad, y además presidente de la Fundación Proaula, organización dedicada al apoyo integral a estudiantes con bajo rendimiento.

Su intención era estudiar medicina pero el “bichito” de la pedagogía lo obligó a replantear su decisión. Más bien, la experiencia vivida en el Instituto San Pablo Misionero, de la comuna San Bernardo -  lugar donde cursó sus estudios de enseñanza básica y media -,  fue en gran medida la responsable de dicho cambio.

Allí, como alumno de educación media participó del programa "Porto Franco", experiencia educativa focalizada en la enseñanza mediante tutores  y que por iniciativa propia replicó en su Instituto, lugar donde tuvo la posibilidad de enseñar las materias en las que tenía mejor rendimiento.

“Enseñar cambia la vida y la forma de ver la educación. Cuando uno hace clases, ve a la gente que le va mal, que ve todo negro,  desmotivados. Ahí me di cuenta de que uno como tutor les muestra otro camino y la posibilidad de realizar un cambio a través de una acción que es enseñar y enseñarles un mundo que no es del todo es gris  y en el que pueden haber alternativas” afirma Robinson padre de un hijo de mes y medio de edad, y que se confiesa como “hiperquinético” y asiduo a los conciertos de la Orquesta Usach.

Desde que ingresó a la Facultad de Química y Biología afirma que sus intereses se han “acoplado al pensamiento que tengo de la educación” y que se ha “ha topado con profesores que han enriquecido mucho mi percepción”.  Ello, lo llevó a construir uno de sus mayores proyectos: la Fundación Proaula, organización cuya finalidad es dar apoyo a estudiantes de escasos recursos y de bajo rendimiento desde el ámbito psicopedagógico, psicológico y académico.

“Cuando tuve la oportunidad de hacer clases, vi que realmente el problema no era el alumno sino que el sistema educativo en el que estaba inmerso. Es por eso que el objetivo de la Fundación no radica sólo en el rendimiento sino que en el desarrollo integral del estudiante, apuntando a que los niños retomen el interés por educarse y por el conocimiento” indica Robinson.

Hoy la Fundación alberga a 30 personas de distintas especialidades, la mayoría estudiantes de la universidad. Espera que “si todo sale como corresponde” estar funcionando a partir del segundo semestre de este año o, en su defecto, el primer semestre del 2014.

Por el momento, cuenta con el apoyo de la alcaldía de San Bernardo y el interés de “ayudar a la sociedad y realizar un cambio”.

“Si la educación está en crisis es porque la sociedad está en crisis y la única forma que se puede cambiar es haciendo algo para ello”, señala este estudiante formado con el sello Usach. Química&Biología