Facultad de Química y Biología renueva espacios para atender necesidad de inclusión y equidad en sus estudiantes

Después de meses de trabajos en el Laboratorio Dra. Elsa Abuin, la Facultad de Química y Biología está pronta a reabrir su primer laboratorio que cumple con criterios de accesibilidad.

Esto tras la culminación de los cambios en infraestructura sugeridos tras la puesta en marcha del proyecto “Unidad Ciencia Móvil para la inclusión y la equidad para estudiantes con algún tipo de movilidad reducida o discapacidad sensorial” financiado por los Planes Operativos 2021 presentado por el decanato y las direcciones departamentales de esta unidad mayor y que tuvo como encargadas a las doctoras y académicas de la facultad, Milena Cotoras y Brenda Modak.

El proyecto, al cual se les destinaron alrededor de 16 millones de pesos, está pensado como una solución integral que no solo se hace cargo en la infraestructura y adaptación de los espacios y accesos del laboratorio, sino que también en la preparación de los docentes a cargo del estudiantado.

Es por eso que, dentro de sus objetivos, la propuesta también aborda la alfabetización “en temas de inclusión a la comunidad académica y no académica de la Facultad de Química y Biología” y el diseño de “cápsulas audiovisuales como un recurso didáctico para la enseñanza de conceptos científicos básicos para estudiantes con discapacidad auditiva y de la comunidad sorda”, garantizando así el derecho universal a una educación de calidad y atendiendo así el desafío de enseñar química y biología a cada estudiante considerando su diversidad.

“Para nuestra facultad esto es un primer y pequeño paso para la inclusión a las actividades docentes de la Facultad de estudiantes con movilidad reducida y discapacidad sensorial” señaló la Dra. Milena Cotoras acerca del proyecto destinado a todo el estudiantado que deba realizar actividades prácticas y que requieran ajustes para su participación universitaria, independiente de su carrera.

Para la Decana de la Facultad Dra. Leonora Mendoza y específicamente respecto a los trabajos realizados en el Laboratorio Elsa Abuin, señaló que los “trabajos siempre se pensaron en considerando al estudiantado en forma integral, independiente de sus capacidades motoras y/o sensoriales”.

“Por ello las áreas intervenidas mejoraron entre otros aspectos, la señalética en los accesos al recinto, la luminosidad del recinto por reemplazo de luminarias, la intervención del cielo, el ensanchamiento de la puerta de emergencia, la pavimentación y nivelación de la salida de emergencia y la habilitación de mobiliario accesible para una persona usuaria de silla de ruedas”, detalló.

“La idea es que desde el primer año se sientan reconocidos y reconocidas por esta institución, y en particular por la Facultad de Química y Biología, pudiendo desarrollar su talento e interés por la ciencia”, señalaron desde la unidad mayor sobre el proyecto que cuenta con la colaboración del Departamento Formación Integral e Inclusión de la Vicerrectoría Académica, la arquitecta Angélica Soto y el arquitecto Sebastián Olatte, perteneciente a la Unidad de Campus Sostenible, autoridades, docentes y funcionarios/as de la Facultad de Química y Biología, así como también especialistas en el tema.

 

Por: Nicolás Gaona Reydet