Formando científicos para dar solucionar a problemas biotecnológicos

Tener un rol activo en un laboratorio, ser académico en una Universidad, trabajar en una empresa para implementar soluciones o fundar una empresa biotecnológica son algunas de las muchas opciones que tienen los egresados del Doctorado en Biotecnología, programa que se caracteriza por su rigurosa formación y amplio campo profesional.

 

Por: Nicolás Gaona Reydet

 

Acreditado por cinco años, hasta el 13 de junio de 2017, y creado en 2003, el Programa de Doctorado en Biotecnología de la Facultad de Química y Biología de la U. de Santiago de Chile cuenta, a la fecha, con 26 egresados y se espera, que sean 32 a mediados del próximo año con miras a un nuevo proceso de acreditación.

Hoy, en un proceso de modernización del plan de estudio y actualización de las normas internas, el comité del Programa ha decidido modificar su malla curricular con el fin de adaptarse a los nuevos tiempos. "Esto significa que hoy el programa de Doctorado en Biotecnología ha incorporado un curso remedial de Biología Celular y Molecular, sobre todo para los extranjeros que vienen de Universidades latinoamericanas  además de aumentar las áreas de especialidad de tres a cinco siendo éstas Biotecnología Acuícola, Biotecnología de Microorganismos, Biotecnología Vegetal, Biominería y Biomedicina", explica la Directora del Programa, Dra. Alejandra Moenne.

"Se espera que en el futuro se fortalezcan las áreas de Biominería y Biomedicina con contrataciones ya que ahora se cubrirán áreas como cáncer, células madres y algunos aspectos de la biominería con profesores visitantes asociados al claustro. Además, el programa firmará un convenio con la empresa de biominería Biosigma para que los alumnos que lo deseen puedan hacer sus tesis en esa empresa. Estos cambios serán implementados a partir de comienzos de 2016", complementa la Dra. Moenne, académica e investigadora del Departamento de Biología de la Facultad.

Respecto a la postulación de extranjeros, la Directora destaca el creciente interés que ha despertado el Doctorado en Latinoamérica. En número, esto significa que de las  16 postulaciones de este 2015,  seis corresponden a extranjeros de países como Ecuador, Perú, Venezuela  y México.

"Primera vez que hay tantos postulantes extranjeros y lo interesante que en su carta de intención varios señalan que la U. de Santiago de Chile es líder en Biotecnología en  América Latina ", dice la Dra. Moenne quien cita una carta de intención de uno de los postulantes.

Graduados de primer nivel

En voz de los graduados del programa, gran parte de las ventajas de haber cursado el Doctorado en Biotecnología radican en el amplio campo laboral al que pueden optar una vez completado sus estudios.

Para el Dr. Jorge Castro Ponce, Curador de la Colección Chilena de Recursos Genéticos Microbianos, del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, Centro Regional Quilamapu de Chillán, el programa de la U. de Santiago de Chile "me ha ayudado a posicionarme en distintas áreas de la Biotecnología, ya que anteriormente trabajé en una empresa ligada a la minería y ahora el ámbito microorganismos de suelo chileno. De esta manera creo que el Doctorado me ha entregado amplios conocimientos para la búsqueda de aplicaciones de ciencia básica a distintos ámbitos de trabajo".

Coincidente con las palabras de la Directora, Jorge destaca la "fuerte base teórica que se ve reforzada con trabajo duro de laboratorio, con un rigor que forma carácter y dispone a sus egresados a la tolerancia a la frustración" como elementos claves en su formación de postgrado y para su desempeño profesional en la investigación científica.

"Además es muy bueno ser guiado por los profesores del Doctorado pero no ser sobreprotegidos académicamente, sino que tomar una investigación propia en tus manos, desarrollarla con sus alegrías y problemas, lo cual te prepara para la dura realidad del mundo laboral", comenta.

Desde la Universidad de los Lagos (Osorno) donde desempeña como académico, el Dr. Alex González afirma que graduarse del doctorado "ha sido una ventaja respecto de otros pares ya que me ha facilitado posicionarme en la región como un microbiólogo aplicado en busca de soluciones hacia el sector acuícola y, principalmente, me ha permitido tener una visión orientada hacia la aplicación de los distintos biorecursos microbianos que existen en la décima región" comenta Alex quien está a cargo del  Laboratorio de Microbiología Ambiental y Extremófilos.

"Creo que una de las características diferenciadoras del programa es la capacidad de integrar distintos tipos de conocimientos en búsquedas de una solución o  producto. A título personal, creo que los futuros postulantes deben tener siempre una brújula para que en sus investigaciones tengan un norte aplicado", comenta Alex quien recomienda no perder de vista el potencial de las regiones como un polo de desarrollo profesional.