Química y Antropología: colaboración internacional estudia restos de plantas psicoactivas en artefactos andinos

Fernando Carranza, doctorando en Antropología en la Universidad de Tulane, realiza una estadía de dos semanas en la Universidad de Santiago de Chile para aplicar técnicas de química analítica a restos arqueológicos. Su investigación busca comprender el rol de las plantas psicoactivas en los rituales de antiguas culturas andinas y fortalecer vínculos entre investigadores.

Fernando Carranza, estudiante de doctorado en Antropología en la Universidad de Tulane (EE.UU.), se encuentra realizando una estadía de dos semanas en el laboratorio del Dr. Javier Echeverría, académico de la Universidad de Santiago de Chile.

La visita forma parte del interés del estudiante de postgrado por aprender a aplicar técnicas avanzadas de química analítica al estudio de artefactos arqueológicos, específicamente aquellos que puedan contener restos de plantas psicoactivas utilizadas en rituales por antiguas culturas andinas amazónicas.

“Me estoy enfocando en arqueología y etnobotánica lo que se complementa muy bien con la química y con lo que hace Javier. Con la química analítica, por ejemplo, se pueden encontrar evidencias de las plantas que la gente utilizó en el pasado o las plantas que la gente de las culturas tradicionales, de la Amazonía, utilizan en el presente” indicó Carranza. 

La colaboración con el Dr. Echeverría busca no solo establecer nuevas colaboraciones sino que también contribuir al conocimiento sobre la vida ritual en los Andes antiguos. “Muy poco entendemos aún de la naturaleza de los rituales en el pasado, pero sí sabemos que el uso de ciertas plantas fue central en estas prácticas”, comentó Carranza.

Los estudios del investigagdor están vinculados a dos proyectos arqueológicos en Perú: Canchas Ukro (Región Ancash) y Chavín Punta–Condorai (Región Pasco), donde se están recuperando artefactos que podrían contener residuos químicos de mezclas rituales.

La estancia también responde a una política de la Universidad de Tulane que promueve la formación en distintos laboratorios del mundo. “Mi interés es aprender a utilizar mejor estos equipos para aplicarlos a la arqueología y el laboratorio del Dr. Echeverría era uno de los perfiles más adecuados a nivel mundial para desarrollar esta investigación”, señaló.

 

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Por: Nicolás Gaona Reydet