“Volver a la USACH es un orgullo y una responsabilidad”: académico apuesta por fortalecer investigación en química orgánica

Con un proyecto Fondecyt en marcha y la mirada puesta en formar una red nacional de química orgánica, el investigador regresa a su alma mater con la convicción de aportar en docencia, gestión y ciencia de frontera.

—¿Cómo te tomas este regreso a la Universidad de Santiago?

“Con mucha alegría y con muchas ganas de aportar desde mi puesto, ya que he vuelto a mi casa de estudios. Tengo un gran aprecio por esta institución, pues reconozco el aporte significativo que hace a la sociedad”.

—Anteriormente, ¿qué destacarías de tu trayectoria académica y como investigador? Y hoy, ¿cuáles son tus prioridades?

“Creo que la curiosidad ha sido una constante en mi trayectoria, junto con la capacidad de establecer relaciones interpersonales sólidas. La combinación de estas dos cualidades podría definirme bastante bien como investigador. En este momento, mis prioridades son dos: primero, aportar activamente a la investigación que se desarrolla en la Facultad; y segundo, introducir los cambios necesarios a nivel de docencia y gestión para lograr una mejora continua en el desarrollo de nuestros estudiantes”.

—¿Qué expectativas tienes de esta nueva etapa? ¿Cuáles son tus proyecciones?

“Mis expectativas a corto plazo son generar un grupo de investigación sólido en torno a mi línea de investigación (photoswitching), con estudiantes de nuestra Facultad. Aprovecho la instancia para invitar a quienes quieran unirse a mi laboratorio. Y como proyección, me gustaría mucho retomar la idea de formar una red nacional de química orgánica”.

—Brevemente, ¿puedes contarnos de tu Fondecyt sobre moléculas orgánicas fotoactivas e interruptores moleculares? ¿En qué etapa se encuentra? ¿Qué tan desarrollada en el mundo está la fotofarmacología? ¿Ha podido ser implementada en medicamentos?

“Mi proyecto consiste en la preparación de moléculas fotoactivas que cambian su estructura de forma reversible cuando son irradiadas con luz. Estas moléculas, a su vez, tienen la propiedad de autoensamblarse para formar agregados moleculares fotoactivos. Nuestra aspiración es que estos agregados sean capaces de alojar pequeñas moléculas en su interior y que estas puedan ser expulsadas como consecuencia de la iluminación. En otras palabras, estamos diseñando un sistema de liberación fotorregulado”.

El proyecto Fondecyt Regular contempla el estudio de estos sistemas durante cuatro años. En 2024, que fue el primer año del proyecto, avanzamos en la síntesis de los precursores fotosensibles de nuestros agregados moleculares y ya se han estudiado sus propiedades, como el tamaño, la carga superficial, entre otros.

Este tipo de sistemas posee un amplio potencial desde el punto de vista de su aplicación, en particular en el campo de una nueva área de la farmacología llamada fotofarmacología. Nuestro sistema de liberación podría perfectamente ser usado en este ámbito, al incluir medicamentos que se liberen de manera dosificada mediante impulsos de luz.

 

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