“Sabía que la Universidad de Santiago es una de las principales universidades del país”

Conversamos con Raúl Alberto Mera Adasme (34 años, Doctor en Química, Universidad de Chile) quien se incorporó al Laboratorio de Química Teórica de la Facultad de Química y Biología a principios de mayo de este año al Departamento de Ciencias del Ambiente sobre sus expectativas en su trabajo y áreas de interés de investigación.

- ¿Cuáles fueron tus motivaciones que llevaron a dedicarte a esta área de la química y a venir a trabajar específicamente en la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago? ¿Qué conocías de ella antes de llegar?

Soy bioquímico de formación, pero durante el pregrado me fui interesando por usar los métodos de la química computacional para resolver problemas biológicos.  Pensando en eso me decidí por un doctorado en química y me enfoque en la química computacional. Aunque nunca he dejado la biología, con el tiempo me he ido interesando también en temas más propiamente químicos.De la Universidad de Santiago sabía que es una de las principales universidades del país, pero no mucho más. Llegue acá por un concurso que se relacionaba con una de mis líneas de investigación.

-¿Cómo ha sido este período de adaptación? ¿Dónde y cuál fue tu trabajo anterior? ¿Nos puedes contar un poco de qué trataba?

No he tenido ningún problema de adaptación, todo ha sido bien amigable. Antes de esta posición estuve como investigador postdoctoral  en la Facultad de Ciencias de la U. de Chile. Allá trabajábamos en el estudio de cromóforos para su uso en celdas solares sensibilizadas por colorantes, un tipo nuevo de celdas solares con algunas ventajas por sobre las tradicionales. Un trabajo con bastante en común con lo que vengo a hacer acá.

- ¿Cómo se llama el nombre del proyecto en que actualmente estas trabajando y de cuánto es su duración?

Entre a la Universidad de Santiago con un proyecto de inserción a la academia de CONICYT, con título.  “Química de superficies basada en dióxido de titanio y carburos metálicos con aplicación en celdas solares y catálisis heterogénea” que dura tres años. Básicamente estudiamos, usando métodos de la química  cuántica, formas de mejorar las celdas solares sensibilizadas por colorante, tanto en cuanto a lograr que absorban más luz, como en cuanto a mejorar la interacción entre sus partes.

- ¿Te dedicarás sólo a la investigación? ¿Harás clases? ¿Qué otro proyecto, académico o profesional, tienes en vista a mediano o corto plazo?

Los académicos tenemos una labor docente, además de lo que hacemos en investigación. Aparte del proyecto con el que estoy acá, tengo una línea de investigación biológica,  en el rol de metaloproteínas en enfermedades neurodegenerativas. Hay algunos proyectos más pequeños relacionados, por ejemplo, con la toxicidad del berilio, que también espero ir desarrollando.

- ¿Cuáles son su expectativas tanto académicas como profesionales de esta nueva etapa en tu carrera como investigador?

Espero seguir haciendo química y bioquímica computacional en mis áreas de interés, mantener las colaboraciones acá y en el extranjero y producir ciencia rigurosa y útil.